SAKIAMUNI EL BUDA


Hace unos dos mil quinientos años, un príncipe del reino SAKIA Sidharta Gautama, al norte de la India, se escapaba de vez en cuando de los palacios y descubrió la miseria, la vejez, la muerte, el hambre, la enfermedad, el abandono de los pobres y heridos, el desprecio hacia los mayores y otras castas… en resumen, DESCUBRIÓ EL SUFRIMIENTO. Reflexionando sobre ello se preguntó sobre el origen o causa del sufrimiento de los humanos y también si tendría remedio.

Abandonando sus vestidos, caballo y riquezas, se marchó a los bosques donde vivían los maestros y cuantos a partir de los cuarenta años ya, buscaban aprender a morir. Allí practicó con ellos ascéticamente durante años poniendo en peligro su vida e insatisfecho de sus enseñanzas, resolviendo encontrar la respuesta por sí misma en solitario bajo un árbol en profunda meditación, tras cierto tiempo, abandonado el ascetismo, un amanecer, su mente se iluminó y dijo ¡Ah constructor (de sueños), has sido descubierto y no construirás más!


Qué había sucedido? Que como en la vida corriente, los pensamientos deseados o temidos, la ilusión o las desilusiones invadían su Consciencia interrumpiendo la concentrada atención en lo que sucedía a su alrededor en cada instante como el canto de los pájaros, el paso de gentes y ganados, los ladridos y cacareos, la lluvia y el viento…

“Una mente enloquecida (EGO) es el ladrón de los sentidos” porque no percibe la Realidad sino su interpretación interesada o condicionada. Una mente así enajenada en éxitos y fracasos, en ilusiones y desilusiones sobre el pasado o el futuro, no puede percibir la Realidad Presente, que es lo que ocurre en CADA MOMENTO, por el resto de los SENTIDOS. Saberlo no sirve de nada, son conceptos sin “sentidos”, por tanto no produce cambios. Sin embargo experimentarlo en CADA ZAZEN, SÍ.

Este fue el primer Zazen, la meditación de los Budas Despiertos a la Realidad e Iluminados compasivamente, donde se ven las cosas “tal y como son”. Simplemente. ES EL camino que nos saca del sufrimiento y nos permite VIVIR.

Soko Daidó.


“El ser humano no vive solo para sí mismo.
Hay momentos en los que tiene que vivir para los demás.
Pero lo mejor es vivir para seguir el Camino de Buda”.


(Caligrafía dada por el Maestro Soden Shuyu Narita a Soko Daidó Yoza 
el día de su Ordenación en el Templo de Todenji, Japón, hace muchos años).


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